Sobre Nuestra Comunidad.
Quiénes Somos
Somos una comunidad de madres unidas por la fe, inspiradas en el ejemplo de Santa Mónica, que oró incansablemente por la conversión de su hijo, San Agustín. Nuestra vocación es interceder con amor por nuestros hijos, esposos y familias, confiando en la fuerza transformadora de la oración.
Orar de manera constante y comprometida por nuestros hijos y familias, promoviendo la dignidad de la mujer en el hogar, el testimonio de fe, y la transmisión de valores cristianos a las nuevas generaciones.
Ser una comunidad sólida y creciente de oración maternal que transforme hogares y corazones, guiando a las familias hacia una vida más plena en Dios.
Nos organizamos en grupos llamados “coros de oración”, formados por siete madres. Cada una se compromete a orar por los hijos de las otras madres del coro en días asignados. Antes de integrarse formalmente, cada madre pasa por un proceso de formación de seis meses donde aprende sobre la vida de Santa Mónica, la espiritualidad de la oración, y cómo convertirse en intercesora fiel.
Además de la oración diaria, participamos en encuentros, formación espiritual, y celebramos juntas la fiesta de Santa Mónica el 27 de agosto, renovando nuestro compromiso cada año.
Santa Mónica es para nosotras un ejemplo vivo de perseverancia, fe y amor maternal. Su oración constante logró la conversión de San Agustín, uno de los más grandes santos de la Iglesia. Siguiendo su ejemplo, creemos en la fuerza de la oración como herramienta para transformar vidas y traer esperanza a nuestras familias.
Desde que empecé a orar con las Madres Mónicas, mi relación con mi hija adolescente ha mejorado increíblemente. Dios me ha dado paciencia, sabiduría y, sobre todo, paz.
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Mi esposo llevaba años alejado de la Iglesia. Unos meses después de unirme al coro de oración, comenzó a acompañarnos a misa en familia. Siento que el Señor escuchó mi súplica.
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Orar por los hijos de otras madres me ha hecho sentir más acompañada en mi camino. No estamos solas. Hay una red de fe que sostiene nuestras luchas y alegrías.
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La formación me ayudó a comprender profundamente la vida de Santa Mónica. Me inspira todos los días a no rendirme en mi misión como madre y esposa.
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Pasé por una fuerte crisis familiar. Gracias a la oración constante del grupo y la guía espiritual que recibí, hoy puedo decir que mi hogar está sanando.
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Tu historia puede inspirar a otras madres a no rendirse.
Si has vivido una experiencia de fe, conversión, sanación o esperanza como Madre Mónica, compártela con nosotras.
Cómo llegaste a la comunidad de Madres Mónicas
Qué ha cambiado en tu vida desde que comenzaste a orar por tus hijos
Una gracia recibida, un momento de consuelo o una respuesta a tu intercesión