Formación espiritual para fortalecer la esperanza.
Camino de Fe y Comunidad
Formarse espiritualmente es permitir que la fe ilumine cada paso como madre, esposa e intercesora.
En Madres Mónicas, creemos que la oración es más poderosa cuando nace del amor y se sostiene en comunidad. Por eso, nuestra formación no es solo un tiempo de aprendizaje, sino un camino de transformación interior que prepara a cada madre para convertirse en una verdadera intercesora por su familia y por otras madres.
“Una madre en oración es un faro encendido. Siete madres unidas, son una hoguera de fe.”
¿Por qué formarse?
La formación es el corazón de nuestra comunidad. Nos permite comprender el ejemplo de Santa Mónica, madurar en la fe y asumir con responsabilidad el compromiso de orar diariamente por nuestros hijos y los de otras madres.
¿Cómo lo hacemos?
Coros de oración Nos organizamos en pequeños grupos llamados coros de oración, cada uno compuesto por siete madres. Este número simboliza la plenitud y el compromiso continuo en la intercesión.
Formación inicial (6 meses)
Antes de ingresar oficialmente a un coro, cada madre participa en un proceso de formación espiritual de seis meses, donde se abordan temas como:
La vida y ejemplo de Santa Mónica
La oración de intercesión
Cómo vivir la maternidad en clave de fe
Espiritualidad del sacrificio y la perseverancia
Durante este tiempo, las madres reciben apoyo, materiales y acompañamiento.
Ingreso y compromiso
Tras culminar el proceso, cada madre es formalmente integrada a un coro. Se le asigna un día específico para orar por su grupo, de modo que cada día de la semana haya alguien intercediendo por todas.
“Siete madres, siete días, una sola intención: nuestros hijos.”